Un agricultor no posee maquinaria sino que la contrata con una empresa de servicios, así mismo las finca en regadío que emplea es arrendada a un tanto fijo por hectarea. Decide producir maíz, y algodón ocupando un 75% del primero y un 25% del segundo y quiere calcular los costes de producción de cada uno. Según esto, puede imputar directamente al maíz y al algodón los costes de:
Teóricamente es posible imputar los tres ultimos apartados, llevando por ejemplo contabilizado exactamente el agua empleada en cada cultivo, o el número de horas de trabajo, pero eso exige un esfuerzo elevado y no demasiado rentable. En cualquier caso, siempre quedarían costes como los intereses pagados al banco por créditos de campaña que difícilmente pueden imputarse, por tanto es mucho mejor prorratear.
- labores de preparación, abonado y siembra.
- semillas.
- abono.
- fitosanitario.
- costes de recogida.
- coste por hectarea del arrendamiento.
Pero no puede imputar a ninguno de ellos de forma exacta:
- su sueldo
- el coste del agua de riego
- otros (intereses, impuestos, teléfono, ...)
Los criterios para el prorrateo en el caso anterior serían varios, según le pareciera al buen juicio del empresario, fundamentalmente se nos ocurren dos:
- Según el % de ocupación de la tierra (3/4 para el maiz y 1/4 para el algodon).
- Por el valor de la producción (50% aproximadamente para cada uno, según el valor por hectarea de cada cultivo).