Durante la edad Media, y el renacimiento prácticamente sólo ahorraban los prestamistas quienes tenían tanto poder que hasta los reyes, las guerras, las exploraciones dependian de su financiación. Los intereses cobrados eran muchas veces abusivos, los señores no devolvían los préstamos, etc. era un sistema muy deficiente. Además, si bien existían prestamistas, los ahorros que pudieran tener los ciudadanos no tenian más posibilidad de empleo que un calcetín o una caja escondida bajo un tablón, o en el granero.Hoy día, existen muchas formas de obtener una financiación, tanto a corto como a largo plazo, según vimos en los dos capítulos precedentes, pero tambien existen muchas formas de obtener una rentabilidad al ahorro de las familias y empresas, por tanto podemos hablar de un sistema financiero desarrollado.
La economía está totalmente interconectada, de forma que si tenemos que solicitar un préstamo a un banco, ese dinero que nos prestan proviene del ahorro de familias y empresas que lo depositaron previamente en el sistema financiero.